Premio a la Mejor Profesora en The Valley Business School


Allá por 2016, un compañero al que estaré eternamente agradecida me invitó a participar como profesora en un Máster en The Valley Digital Business School. Hacía años había hecho algún pinito como docente en la Universidad de Valladolid: una clase en el Máster de Automoción hablando sobre Factor Humano, una charla inspiracional para los alumnos de Teleco donde yo estudié, etc. En cualquier caso, hasta ese momento no me había planteado la enseñanza como una opción profesional y no tanto como una colaboración puntual.

En las primeras clases recuerdo sentir miedo e ilusión a partes iguales. Entré aterrada en aquella primera sesión y también con muchas ganas de acompañar a aquellos alumnos en aquel recorrido didáctico que había preparado con todo mi cariño. Las clases fueron muy bien, hasta el punto, que ese primer año gané el premio a Mejor Profesora en el #TeachersEvent.

Este evento es un momento maravilloso para todo el cuerpo académico y docente. El día a día y sus prisas no nos permiten compartir momentos y experiencias, así que este día nos juntamos para ponernos al día, contar batallitas y establecer nuevas relaciones. Recuerdo lo bien que me lo pasé entre compañeros en aquel primero en 2016 y ¡encima con premio!

Desde entonces, he seguido participando en diferentes formaciones, tanto abiertas como en empresas, hablando sobre investigación, diseño de producto, innovación, experiencia de usuario, experiencia de cliente, etc. También he sido directora de algunos módulos, tutora y mentora. Y en este tiempo ha habido otras nominaciones, que ya son todo un regalo, y otro premio a la Mejor Tutora en 2019. Este me hizo mucha ilusión, ya que tutorizar supone hacer un acompañamiento muy cercano a los alumnos con sus ideas de proyectos y verles crecer en ese camino, es algo muy satisfactorio.

El premio gordo ha llegado este año, con el premio a la Mejor Profesora de Madrid y Mejor Profesora Global 2022, en un claustro de más de 1.100 profesores todos ellos de absoluta excelencia. Me siento profundamente agradecida. Gracias a The Valley descubrí una pasión que desconocía y que se ha convertido en una parte muy importante en mi labor profesional complementando mis trabajos de consultoría. No me cansaré de darles las gracias por abrirme este nuevo mundo, acogerme en la escuela y por supuesto, por valorar mi trabajo con nominaciones y premios. Gracias, gracias, gracias…

Desde mi punto de vista y basándome en la experiencia de tantos años en distintas formaciones, nuestra labor como docentes va mucho más allá de transmitir conocimiento. En muchos casos, la parte humana emerge y buscan en nosotros una referencia, una guía o un consejo. Personalmente me gusta añadir anécdotas y vivencias como parte de las clases, no para alimentar mi ego, sino como parte de ese camino de inspiración. Porque hay una frase que resuena mucho en mi cabeza desde hace tiempo y que da sentido a lo que hago:

No es brillar, es iluminar.

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